miércoles, 12 de enero de 2011

IRENE BUJALANCE

IRENE BUJALANCE

Hay dos grandes métodos para poner en escena un texto teatral. Contrapuestos. Y así una obra de teatro se cambia y se metamorfosea, dependiendo de la elección del director para mostrarla en un escenario.

El distanciamiento o extrañamiento brechtiano, se aleja del naturalismo en la escena, de generar ilusión de realidad, los actores están representando ante el público siempre a unos personajes. El ilusionismo, busca justo envolver al espectador con procedimientos opuestos. Los actores tienen que vivir los personajes, ser la piel de los personajes, y la caja escénica tiene que ser reflejo real del mundo.

Así cuando los fotógrafos se enfrentan a repensar pinturas, como ejercicio que les permita ser conscientes, del bagaje de imágenes que como creadores se arrastra, suelen optar por uno de esos dos recursos escénicos, la mímesis o el distanciamiento.

La puesta en escena, la recreación de un mundo con poses teatralizadas, es un recurso que siempre fue usado por los fotógrafos, desde aquellas primeras imágenes de los pictorialistas como
Henry Peach Robinson hasta las modernas cajas de luz de Jeff Wall.

El lienzo Juana la Loca de Francisco Pradilla (1877) es un ejemplo de escenografía y dramatización de una gran escena dramática en un cuadro de historia, que es engrandecida por el tamaño de la superficie. La interpretación fotográfica de esa pintura por Irene Bujalancees una recreación ilusionista, que se mimetiza con la pintura, la reina de Castilla, erguida en el centro de la escena, frente a la tormenta, y rodeada por su atónito séquito, envuelta en el humo incierto.

TEXTO EXTRAIDO DE antevuestrosojos.blogspot.com
Irene Bujalance

Juana La Loca. Francisco Pradilla, 1877. Museo del Prado

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